Sempre hi ha un lloc on amagar-te, un petit racó on pots ser tu mateix sense que et vigilin ulls inquisidors. Aquest és el meu petit amagatall privat

martes, 31 de agosto de 2010

Emmy decepción

No entiendo el criterio de la votantes a los Emmy's.

No entiendo que premien al mismo señor, Bryan Cranston, todos los años ¿realmente los otros cinco actores de drama son tan malos? No se merecía Matthew Fox un reconocimiento por el gran trabajo de The End? o mejor aún ¿no se merece ya de una vez Michael C Hall el Emmy por una temporada sublime interpretando al psychokiller más complejo de la televisión? Resulta que no.. Cranston, el tio que se paso media vida interpretando al padre de Malcom in the middle va acaparar este premio de por vida dejando en la cuneta no sólo a Fox y CHall sinó también a talentos como Hug Laurie o Jon Hamm.

No entiendo el robo a mano armada a Terry O'Quinn. Lo siento, no lo entiendo ni ahora ni dentro de seis años, su interpretación de dos personajes esta temporada (John Locke y el Humo Negro) ha generado todo tipo de alabanzas pero el damos el premio a Aaron Paul  ¿por qué? Ya sé que Terry lo ganó hace dos años pero bien que podemos repetir con Cranston per la misma regla no se aplica a O'Quinn. Incomprensible.

No entiendo que la temporada más floja de Mad Men gané el premio a mejor serie dramática. Me gusta esta serie, está muy bien escrita y mejor contextualizada pero le falta un ingrediente básico: no tiene emoción.  Mucha gente se duerme con ella porqué le falta emotividad y aunque a mi me aporta otras cosas entiendo que una serie que no despierta un mínimo de pasión no es merecedora de tanto galardon. Una buena historia debe ser capaz de enganchar al espectador.

No entiendo el constante desplante a una serie del calibre de Dexter y a un actor de la talla de Michael C Hall, ya lo he dicho por lo repito. Si no me hubiera importado que Lost perdiera a mejor serie o mejor actor principal seria en favor de Dexter porqué la 4a es simplemente sublime tanto a nivel argumental, interpretativo como en emoción. Un final de temporada desgarrador y con uno de los mejores cliffhangers emitidos en esta década además que no es que no tenga un capítulo malo: no tiene una escena mala! La última temporada es digna de estar en un manual para futuros guionistas pero quizás EEUU es demasiado conservadora aún para premiar a una serie que va de un tio que mata por placer.

No entiendo la forma como han ignorado a Lost. Puedo comprender que no a todo el mundo le ha gustado el final pero está bien escrito, mejor interpretado y son dos horas y media de emoción, pasión y conclusiones de una las historias más adictivas de la televisión de los últimos veinte años. Se merecía el reconocimiento como capítulo final y por todo lo que ha  aportado a la nueva forma de consumir televisión, nadie ha conseguido lo que ha conseguido una serie que despertó a medio mundo una madrugada de mayo para ver el final en vivo ¿realmente es tan mala la serie? ¿entonces que hacíamos todos despiertos? Nos han mantenido en vilo durante 6 gloriosos años y ya les negaron el premio por el final de la 3a temporada, era el momento de la palmadita en la espalda para Lindelof, Cuse and Abrams pero se lo negaron vilmente, se lo negaron todo. Ni la música de Giacchino ganó!

Los Emmy's y yo hemos acabado, es una relación rota que nunca funcionó.

¿Qué se puede esperar de unos premios que jamás premiaron a "The Wire"?  La respuesta es nada.

domingo, 29 de agosto de 2010

(Sin título)

Se refugió de la lluvia debajo del toldo granate del "Duke of York" cerca de la estación de Victoria. La falda vaquera mojada se le ceñía al cuerpo entorpeciendo sus movimientos, el pelo empapado, el pañuelo en la cabeza a modo de inútil capucha y el bolso había cogido un tono marrón intenso por obra y gracia de las gotas incesantes convertidas en cortinas de agua.  No le molestaba, le gustaba la lluvía lo que más le preocupaba en ese momento es que pasaban de las doce de la noche y que tenía que llegar al apartamente de una forma u otra.  En estos dias en fracciones de segundo pasaba de la absoluta seguridad al miedo paranoico. No era porqué si, tenia un nombre y se llamaba Tomás. Cada hombre con sombrero y gafas gigantes podía ser él y tarde temprano en esta ciudad o en la suya se acabarían encontrando y lo sabían los dos. Ella había estado pensando mucho en eso y en las infinitas veces que se habían encontrado por casualidad antes, en los bares menos inesperados, en el medio de la rambla, en el metro, en el cine; sin tener nada que ver .. se encontraban porqué había algo en ellos que los atraía de forma ancestral y, sí, debería revisar algo de sus libros de biología antes de hacer tales afirmaciones pero las leyes de la atracción jamás han sido puramente definidas y lo único cierto, para ella, era que la ingenuidad atrae a la perversión porqué necesita corromperla a la vez que la inseguridad innata desa sólo experimentar hasta encontrar la jodida fórmula mágica que lleve a la balanza equilibrarse. Nunca se equilibra, sólo trae problemas  y esa era, en sintesis, su historia: la de una huída hacía delante pero consciente de que en algun momento la encontrarían y tendría que saldar las deudas pendientes con quien le había convertido en eso que era hora. Una autómata perdida.

Buscó la parada del autobús 25, al otro lado de la calle, y mientras cruzaba vió a dos hombres, los dos de unos cincuenta. Uno vestido con vaqueros y una parka roja, coleta griséacea pero una notabla calvície en la parte delantera pero con un cuerpo esbelto. El otro era más bien gordo, vestido totalmente de negro  y casi rapado. Éste tenía la mano en la entrepierna del de la parka, que apoyaba la espalda en la pared de al lado del supermercado 24 horas.

"¿Perversión eh?" - se dijo para si misma ni remotamente sorprendida del espectáculo que ofrecían en medio de una de las zonas más transitadas mientras la gente entraba a comparar leche y cigarrillos. En un tiempo no muy lejano le habría incomadado lo suficiente para cambiar de acera, ahora le daba tan igual com la lluvía. Algo más que debía agradecerle al tarado que casi se la carga.

El móvil la devolvió a la realidad, miró la pantalla para leer el nombre de Marzia, su compañera de cuarto. Descolgó. Marzia no estaba lejos, en el "New Globe" y por un momento se relajó podía llegar ahí andando. No estaba sola, no más fantasmas. Cruzó la puerta del "New Globe" y encontró sin problemas la mesa donde estaba Marzia, Raquel, Chaudry  y dos hombres más a los que no conocía. El mundo se puso en pausa.
Era como él, uno de ellos tenía un parecido más que notable. Las paredes empezaron acercarse hacía ella con movimientos de gigante apresurado, las banderolas del techo se descolgaron y se enzarzaron en su cuello como culebras, el ruido de la gente se convirtió en un zumbido, las pintas de cerveza volaban en dirección  a su cura... y el mundo se apagó después del estruendo.

"María... María, María " - escuchaba su nombre a lo lejos, dudó, ¿estaba soñando?
"María , por favor, ¿estás bien?" - la voz de Marzia a su lado. Era real. Abrió los ojos y sólo podia ver brazos, piernas, cuerpos, rostros que la miraban desde arriba.
"Te has desmayado" - la informó la voz preocupada de Chaudry - "¿estás bien?  te llevamos al hospital?"
"No, no,no.. estoy bien. Sólo que estoy mareada" - habló rápido anticipándose a la desastrosa idea que suponía ir a un hospital - "sólo quiero ir a casa, no he comido casi nada hoy". "Estoy bien" - empeñándose en sonar lo suficientemente creíble para salir de ahí y no tropezarse con la mirada de ese hombre de gafas enormes y camisa a cuadros que parecía haber sido creado, esculpido y pintado sólo para tenerla sobreaviso de que no tendría un segundo de paz en lo que le quedaba de vida.

Mariza la ayudó, recogieron su bolso y salieron por la puerta pero en su espalda notaba un par de ojos y un par de lentes divergentes clavados a su nuca.

Quizás continurá

sábado, 21 de agosto de 2010

Robbie Boyd

Esta mañana le he pasado paseando por el mercado de Portobello, en Notting Hill, y he tenido la suerte de descubrir un cantautor de eso que reunen los requisitos del tipo de música que a mi me gusta. Sólo han sido unos cinco minutos, los que ha durado su "Red Queen", pero he anotado su nombre rápido en mi móvil y al llegar a mi habitación gracias a su myspace, grandioso invento, me he pasado la hora de la comida escuchando su música.

Robbie Boyd, quedaros con el nombre porqué tiene algo y si os gusta el Folk-rock este es vuestro nombre. De momento sus actuaciones se concentran en Londres y UK en general pero mi intuición me dice que algun día le veremos en Barcelona.

miércoles, 18 de agosto de 2010

London by myself


He descobert el que significa el plaer de viatjar sola en una de les ciutats més grans d'Europa, només porto tres dies a Londres i l'estic assaborint d'una manera molt diferent al primer cop que vaig visitar-la més de deu anys enrera.

Una tarda qualsevol una de les meves amigues, de les de veritat, em va pronosticar que m'enganxaria a la sensació d'estar sola amb només la companyia d'un mapa perquè, segons ella, és de la pasta que estem fetes. He de reconèixer, a contracor, que  he descobert que tenia raó  i per un moment he trobat una pau que no sé descriure en paraules.  Ja m'enteneu, sensacions.

I aquí estic veient caure la tarda asseguda davant del London Eye compartint taula amb dues dones indies que vesteixen mocadors i calcen sandalies amb mitjes gruixudes però que em somriuen tota l'estona. A la taula de la vora hi ha un senyor amb barba i ulleres, d'algun lloc d'Europa, amb la motxilla al terra i que passa l'estona llegint un enorme llibre d'Stephen King i cada cert temps aixeca la vista per perdre-la entre les càpsules elevades al cel. M'acabo el meu tallat i em perdo entre la riuada de turistes, creuo mirades còmplices amb altres turistes solitaris amb mapa i càmara a la mà, m'aturo per xerrar un moment mentre em fan una foto amb dos universtaris, camino lentament per Victoria Embankment, escoltant en Damien Rice,  mentre un escombriaire em somriu potser llegint el que em pasa pel cap: aquestes tardes són un regal del cel.  Els matins són dedicats a l'anglès, a intentar aprofitar al màxim amb els companys de classe ( la majoria espanyols..) però a la tarda és el moment de perdre's i d'evitar a qualsevol persona que parli l'idioma de Cervantes. Fora! a la tarda el pakistaní de la botiga propera a la meva habitació detecta el meu accent i em parla dels seus companys de pis mexicans o puc menjar-me unas natas portugueses al bell mig de Victoria Station i deixar l'anglès per xapurrejar el meu oblidat portugués. Ara l'objectiu és aconseguir un lloc on conversar amb natius, beure cerveses i no deixar-me ni un racó per passejar.

viernes, 13 de agosto de 2010

Arrels



Aquesta setmana s'ha repartit entre el gruix de la  mudança de casa dels meus pares i els preparatius pel viatge a Londres.

La casa que deixem enrera és la que ens hem criat tan els meus germans com una servidora, representa la meva infància i aquí n'hem passat de totos colors. Sincerament no tot ha estat bo en aquesta enorme casa de pagès d'un poble de les Garrigues així que estic contenta de deixar-la endarrera, tot i que només marxem a 7 km de distància sento que aquest pas era necessari almenys cinc anys abans i que a Castelldans hi tenim tota la famila ara.  De totes formes he de ser justa i reconèixer que hi ha records preciosos que el dia que marxem, quan tot estigui empaquetat, hauré de desenganxar de les parets per enganxar-los en algun lloc de mi, purgar el que ens feia mal i quedar-me amb l'essència.

El meu germà em deia que es recordava dels pots de llet en pols, anar a donar menjar els corders o assajar pels festivals de Festa Major. Jo recordava les gracioses de paper que ens beviem a l'estiu per passar la calor, ela carajillos que ens deixaven beure els padrins paterns, anar a buscar els ous a les gallines, l'habitació que compartia amb la meva germana gran fins que es va canviar d'habitació i recordant dijous al matí em vaig despertar amb una noticia terrible.

Un veí, alhora que tiet llunyà i pare de les meves cosines, es va morir d'un atac i acompanyat del meu pare que va estar allí fins l'últim adèu. És simplement una casualitat però tant la meva germana com jo vam recordar aquelles nits a la fresca, al "rotlle" celebrant Sant Joan amb tots els veïns, dels quals ja no en queda ni una quarta part, mentre cremàvem un ninot de roba, com celebràvem el sants dels Ramons o com anàvem caminant al poble del costat.  La majoria ho ja no hi viuen o ja s'han mort  i tot i que els meus lligams a El Cogul s'han debilitat fins quasi trencar-se sento certa nostàlgia , en aquest sentit vam crèixer en un ambient sà que tant ens permetia rodar sols sense que les nostres mares es preocupessin.

Tot això s'està acabant i els pobles moren sense fer soroll  i tot i que no és el meu estil de vida de tant en tant es bo recordar on comencen les arrels. Després ja veurem on acaben.

Adèu El Cogul

miércoles, 4 de agosto de 2010

30


Avui faig 30 anys i el món segueix girant en el mateix sentit absurd. M'he mirat al mirall a consciència i m'he vist igual que ahir, el reflex no enganya si hi ha algun canvi deu ser molt sutil. Encara no entenc molt bé perquè però sembla que quan canvies el 2 pel 3, si a més ets una dona, és un gran aconteixement en el qual tots els teus amics i familiar et miren i riun mentre diuen "ara ja en tens 30" amb un rintitin que no sé ben bé com interpretar. En tinc trenta i espero tenir-ne trenta més.

De petita no recordo pensar com volia que fos la meva vida als 30 i de més gran sempre he pensat en la meva vida a llarg plaç el "qué" m'agradaria però el moment m'és una mica indiferent. Hi ha una lliçó que he après molt bé durant aquests últims mesos: no facis plans a llarg plaç. Almenys a mi no em funcionen, paraula.

Només sé que em queden tantes coses a fer, tants somnis i tants anhels i que en aquesta vida es tracta de trobar la força per intentar-los. L'important és el viatge no el destí final, ho crec fermament i estic aprenent a viure sota aquesta premissa a intentar, almenys, posar nom a tots aquells fantasmes que s'amaguen darrera les cortines de la meva habitació perquè semblin menys intimidants. Potser no els venço mai però he d'aprendre a viure amb ells.

No sé que queda d'aquella nena que vivia en un poble de dos cents habitants, que li agradava enganyar a la seva mare ficant un ninot de roba sota el llit per espantar-la,  que anava a una escola rural, que acompanya als seus germans grans a assajar el Escala Hi-Fi o que comprava gelats d'amagats amb les seves cosines.  Encara no em faig a la idea que he viscut trenta anys i en vull viure molt més per complir somnis, per trobar una constant i per veure sortir el sol  després d'una nit màgica en alguan ciutat d'aquet globus.

De totes formes gràcies a tots els que us heu creuat amb mi, amb qui he compartit un cervesa, clases a la uni, concerts, hores de feina, nits inclasificables  o simplement un trajecte de metro. Tots sou part de qui sóc avui i sé que és el millor regal que m'han fet mai.



Cada dia en algun lloc surt el tren de mitjanit.

domingo, 1 de agosto de 2010

Run Away

Li estic donant voltes a la targeta de crèdit amb les puntes dels dits sudoroses, a punt de ficar els números como si fos un acte de vital importància. Em sento com Desmond introduïnt cada 108 minuts els números maleïts, de fet, no en té cap d'importància perquè només són 3 setmanes. Qualsevol que ho llegeixi pensarà que sóc idiota i jo mateixa, en qualsevol altre moment, hagués fet el pagament sense pensar-ho, contenta, il·lusionada. Aquí està el punt, no estic il·lusionada, ho faig perquè crec que he de fer-ho i no perquè realment estigui motivada però a vegades s'ha de buscar la motivació a la força. Anar a la seva búsqueda sense tenir la més remota idea d'on estar.


A tot això dimecres faig trenta anys i potser és el millor regal d'aniversari que puc fer-me, escapar.