Sempre hi ha un lloc on amagar-te, un petit racó on pots ser tu mateix sense que et vigilin ulls inquisidors. Aquest és el meu petit amagatall privat

jueves, 23 de diciembre de 2010

The Walking Dead ¿la nueva Lost?


No me van los zombies, ni las pelis de miedo pero me va las serie The Walking Dead.
La verdad es que son sólo seis capítulos de cincuenta minutos pero ya estoy deseando que regrese el próximo año, la espera se nos hará largo para saber como sobreviven Rick y compañía al ataque zombie.

Siendo sinceros me recuerda a Lost en muchas cosas y, claro, eso ayuda.

Aquí no hay una Isla dónde pasan cosas raras y hay que luchar para sobrevivir, en su lugar tenemos un mundo post-apocalíptico lleno de zombies en el que también hay que vigilarse mucho las espaldas por si te muerden y acabas convertido en un zombie más. La verdad es que viendo la serie a veces me siento en un deja-vu de la serie de Lindelof y Cuse cuando los personajes hablaban alrededor de la hoguera del campamento, cuando el prota se comunica por el walkie o cuando cavan tumbas para enterrar a compañeros. No les estoy acusando de copiar ni muchos menos pero el seguidor fiel de los isleños sentirá que ha encontrado un pequeño remedio para paliar la pérdida definitiva de nuestros losties.

De hecho The Walking Dead es un cómic pero no lo voy a leer, prefiero ir conociendo la historia poco a poco por si el director decide cambiar o dar giros inesperados.

En seis capítulos hemos ido conociendo a los personajes y como siempre una va confeccionando su lista de favoritos empezando por Rick, el prota, el poli que despierta de un  largo coma y se las tiene que apañar para encontrar a la mujer y el hijo perdidos. De momento Rick es un personaje blanco, algo plano, pero al que le predigo un oscurecimiento progresivo al estilo Jack Shephard. De hecho se parecen y el actor, Andrew Lincoln, es un más que conocido para todos aquellos que cada Navidad vemos religiosamente Love Actually en el sofá de casa. Del resto de personajes me quedo con Glen que le da un toque humorístico a la serie y que para seguir con la comparativa seria Hurley. Andrea también me parece que ira ganando protagonismo poco a poco,una mujer que ha perdido lo que más quiere y que lucha para no derrumbarse del todo. Hay química entre los actores pero a los personajes aún les falta para enganchar como en su día lo hizo John Locke o Ben Linus aunque es pronto para juzgar.

Si las Navidades os producen cierta urticaria y estáis hartos de la felicidad ajena recomiendo un pequeña mini maratón de estos seis capítulos.

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