Sempre hi ha un lloc on amagar-te, un petit racó on pots ser tu mateix sense que et vigilin ulls inquisidors. Aquest és el meu petit amagatall privat

domingo, 20 de diciembre de 2009

Mi día libre

Casi un año después vuelvo a un concierto de Quique González, esta vez en Razzmatazz y muy bien acompañada. Primera impresión: el de Madrid ha decorado el escenario con un cartel de los luces de neón con el nombre del nuevo disco, no podía ser de otra manera porqué sus canciones están impregnadas de esta imagen decadente, a la par que romántica, de bares de carretera con mucho rock'n'roll.

Vengo muy predispuesta a saborear el Daiquiri pero a través de mis oídos y no me defrauda con un repertorio donde mezcla lo mejor de lo nuevo y lo mejor de lo antiguo. Quique nos sirve un concierto generoso donde demuestra que pese a su atractiva timidez en el escenario cada día es mejor artista

De lo nuevo me emociono con la letra de Lapido en Algo me aleja de ti y disfruto de paladear en directo Su día Libre,Daiquiri Blues, etc pero el momento especial de la noche, encima y bajo del escenario, lo siento durante lo que dura esa La luna debajo del brazo. Siento girar el poniente en mi pelo.

Cuando Quique interpreta sus clásicos la gente enloquece: la sensualidad de Hay partida y Hotel Los Ángeles, la melancolía y poesía de Y los conserjes de la noche, Salitre y Pequeño rock and roll o la infalible Miss camiseta mojada que sirve de punto y final.

Se apagan las luces, sigue la noche y llega el día siguiente pero yo aún sigo escuchándole cantar eso de "necesito entrar en los sueños de alguien" y no puedo más que asentir.

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