Sempre hi ha un lloc on amagar-te, un petit racó on pots ser tu mateix sense que et vigilin ulls inquisidors. Aquest és el meu petit amagatall privat

martes, 16 de noviembre de 2010

De 0 a 9



Les hores es fan curtes, massa curtes pel meu gust i des de l'estudi de casa meva veig com un cotxe es mou entre els quatre carrers d'aquest poble i dedueixo, per l'hora, que va a sopar. Foscor, soledat i tedi és tot el que veig per la finestra i llavors reflexiono, Sol, qué fas mirant per la finestra? més que res perquè 100 temes m'esperen perquè els memoritzi i escupeixi en algun moment de 2011 i perquè aquesta setmana tinc 6 hores de formació que donar i una assignatura pendent a la que començar a enfrontar-me. 

Necessito uns minuts, cliquejo per buscar alguna cosa de música i l'opció guanyadora és Damien Rice que és qui m'acomapanya i m'ajuda en aquestes tardes d'estudi. La música de Rice és recomanable 100%. Propietari d'una sensabilitat exquisita, melancòlic a la quinta potència,  el cantautor irlandés es va fer conegut quan algú intel·ligent va decidir incloure The Blower's daughter a la banda sonora de la película Closer, tot i que tota molta gent encara es pensa que el títol és "I can't take my eyes off you".

El seu primer disc és titula 0 i no té cap cançó que sobri, totes són perfectes i, per mi, la joia de la corona és Cannonball. Segurament serà un dels discs als que torni durant els anys que visqui. Alguna de les peces como la dues esmentades, Delicate o Volcano han tocat en precisió membranes del meu cos, situades sota la pell i els ossos, que s'han comunicat en línea directa amb les emocions que lluiten per lliberar-se

Al 2006 va publicar l'àlbum 9, no sé la simbologia dels números, i és un álbum que no tinc tant escoltat per tant no puc dir si és millor, pitjor o manté el nivell. He de confessar que des de que es va inventar l'ipod no escolto àlbums sencers però te la meravellosa 9 crimes només per ella ja val la pena escoltar-lo.
I tot això perquè jo també espero anar de 0 a 9 per manida que sigui la metàfora.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Nits de Medi


Sento enyorança de les nits al Mediterráneo, l'emblemátic pub del carrer Balmes que li deu el nom a la cançó del mestre Serrat. Deu ser que últimament no vaig de concerts i és el més semblant quan els músics del local interpreten al tambuert, en les seves actuacions de quaranta minuts, versions de Sabina, Serrat, Antonio Vega, Calamaro o algun que altre clàssic del rock americà.

Hi havia una època que hi feiem vida al Medi, com l'anomenen els habituals, i veiem passar les nits entre cerveses i crispetes. Sí, trobo a faltar les crispetes i que et facin compartir taula per tal de optimitzar l'espai ( o més ben dit per assegurar-se més caixa). No em molesta, a vegades es coneixen persones curioses i la majoria de les vegades cadascú està a lo seu parlant fluixet o aplaudint les actuacions.

L'ambient del pub és el millor: encara hi ha gent que intenta viure de la música i que hi creu sobre tot como l'Albert Fibla, Pedro Javier Hermosilla o Joan Tena tots sortits de la cantera del cor del carrer Balmes.
Toca fer un Medi aviat.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sold out

No fa soroll però ja fa un any que gira amb Daiquiri Blues i cada cop és més habitual entrar a la seve web i llegir que ho ha venut tot pels seus concerts.

Avui toca a l'Hospitalet, ciutat que porto al cor, i no el veurem perquè ja fa una setmana que no queden entrades. I no, no és una gira nova ni ha fet excessiva promoció del seu disc però és bo i després de més de deu anys de carrera sembla que la gent ja ho comença a saber.

Tots els que vagin avui al Teatre Joventut disfruteu del que segur será un bon concert.
Fins la propera Sr González

sábado, 6 de noviembre de 2010

Los sueños de Amber



Le caía el pelo desordenado en la cara imposibilitando, a cualquiera que la estuviera mirando, el estudio de su rostro. Sus manos largas, sus dedos de pianista con sus uñas pintadas de rojo pimentón se movían de izquierda a derecha, velozmente, alguna vez tachaba aquí o allá pero sin dejar el papel un sólo segundo. Escribía una carta.
Para los más curiosos no era una carta formal a alguna institución, no era una carta de desamor, ni una carta a algún amigo que vivía lejos. Escribía a su ángel.

Amber Damaro, ese era su nombre, nunca había creído en la existencia de los ángeles por puro sentido práctico. Hija de padres desconocidos, criada por su tía sorda que le enseño el oficio de modista, con un hermano mayor que vivía en otro país, diabética, con una constitución débil que le obligaba a estar en cama más de lo que desearía y con una cojera no muy importante pero sí perceptible que había sido motivo de burla desde bien jovencita. ¿Motivos para creer en los ángeles? Ciertamente no los tenía. Un día de primavera decidió emprender las primeras vacaciones de su vida y salió del país por primera vez con la excusa de visitar a su hermano. Él no tenía mucho tiempo para ella, era un banquero ajetreado ajeno a que el tiempo se le escurría entre los dedos y que no habría dinero suficiente para comprarlo de nuevo.

Una tarde en la que se hartó de ver la televisión y escuchar el taladro incesante del vecino griego de su hermano decidió descubrir que había más allá de los bloques de hormigón elevados al cielo a los que la gente denominaba hogar. Exactamente ciento ocho minutos más tarde estaba en un parque en el noreste de la ciudad contemplando el reflejo de su vestido rojo a lunares blancos en un estanque lleno de cisnes. Siempre había sentido simpatía por esas aves quizás porqué siempre esperaba su propia transformación que, asumía, no llegaría.

No le escucho llegar.

“¿Son preciosos verdad?” dijo una voz cercana.

Al girar la cabeza descubrió delante suyo a un joven indio, menor que ella, no muy alto, pelo corto azabache que le crecía rebelde, con una sonrisa ladeada y unos ojos carbón que al
mirarlos directamente irradiaban calma cósmica.

“No eres de aquí ¿verdad?” prosiguió él.

“No, si lo fuera me pasaría todas la tardes contemplándoles seguro que me haría sentir mejor” contestó tímidamente.

“Lo haría, tienen el poder de alejarte de cualquier pensamiento negativo”

“Temo que si me alejaran de cualquier pensamiento malo me quedaría sin pensamientos” dijo hablando para ella en voz alta.

“No te creo” le dijo él con tono pausado “no me creo que no tengas sueños o ilusiones por cumplir.
Va prueba” le animó haciendo un gesto con la mano para que prosiguiera.

“Solía soñar en ser bailarina profesional, que viajaría por el mundo bailando, que tendría una familia enorme con la que ir de camping mientras cantaríamos canciones de “Sonrisas y Lagrimas”. Y siempre tenía la sensación de ser útil, imprescindible para el mundo como que si desapareciese mañana algo de mi habría quedado en él. Ya sé que no he podido bailar, solo tengo un hermano que vive a cuatro horas de avión y ni siquiera sé cantar”

“No vas desaparecer mañana si lo hicieras yo habría fracasado” le dijo sonriendo y ella percibió reminiscencias infantiles en su sonrisa.

“¿Y eso? Eres una especia de salvador” le dijo bromeando.

“ Digamos que sí, de hecho soy un ángel” le dijo en el oído “tu ángel para ser exactos”

Amber lo miró atónita tratando de procesar que acababa de escuchar. Una parte de ella temía estar delante de un ser con delirios de grandeza mientras que la otra parte deseaba que el poseedor de los ojos carbón realmente fuera su ángel.

“Sé como suena pero sé que una parte de ti aún cree que puede ser cierto y por eso estoy aquí. No a todo el mundo se le designa un ángel sólo a las personas que tiene potencial suficiente para cuidar de otras personas en un futuro próximo, a los que realmente serán grandes cuidadores y futuros ángeles porqué poseen la bondad suficiente para ir ayudando a otros humanos y que el mundo siga avanzando”

Ella seguía sin hablar, perpleja pero con expresión ilegible así que él insistió:

“¿Cómo creías que la humanidad sobrevivía?”

Amber respondió un rápido “Por inercia” que arrancó las carcajadas del chico.

“Eso creen casi todos pero estoy seguro que tienes tus dudas de que las cosas funcionen por inercia. ¿Funcionan los coches, las empresas o los cuerpos de las personas por inercia? Tú sabes la respuesta. Quiero que entiendas que lo que hacemos nosotros es casi invisible para ellos, somos las balanza que intenta equilibrar todo lo malo que pasa cada día y somos útiles, muy útiles así que depende de ti si quieres aceptar. No es una obligación es una cuestión de elección”

Mientras acababa de hablar sacó un papel y anotó algo: una dirección y un nombre

“Si decides saber más sólo escríbeme” y se fue
Amber guardó el nombre y la dirección en su cartera, volvió a su casa dejando atrás a su hermano y una tarde decidió aceptar la propuesta, por insensata y loca que pareciese. Escribió una carta, le llegó una respuesta y así sucesivamente, entre estas idas y venidas empezó a enteder como operaban los ángeles: como ingenieros de las relaciones humanes, equilibristas de los miedos y sensaciones y decidió sumarse a ellos dejando atrás los viejos sueños.

 Un trozito de inspiración de esta historia nace del estribillo de esta canción 
http://www.youtube.com/watch?v=UJ7FRGT69DY